miércoles, 27 de agosto de 2008

Imagen de lo invisible



Mirando algunas fotos tomadas por un amigo, una en especial me llamo la atención. Es facíl imaginar la avenida Corrientes de día. Muchedumbre, autos y bocinazos. Pero de noche y un martes la situación es distinta. Una gran parte de dicha muchedumbre descansa, y al circular una menor cantidad de autos, los bocinazos casi no existen. En la foto sobre una de las veredas de la avenida Corrientes, se ve a un hombre con sus dos bolsas. Él esta sentado sobre un banco en la zona del Microcentro porteño. Hace mas de diez minutos se encuentra reclinado sobre sus débiles brazos, con ambas bolsas entre sus piernas. Esta foto no tiene color porque no lo necesita, de lo contrario no seria posible notar el dramatismo presente. Tampoco es necesario ver el rostro del hombre sentado, ni mucho menos su expresión para notar su tristeza, su soledad, su profunda angustia y el desarraigo de su tierra natal. Parece estar descasando para en unos minutos buscar dentro de las bolsas verdes el menú McNigth del McDonald's de Corrientes y Salta.
En un segundo plano bajo el marco de una puerta se encuentra un anciano que espera la salida de una de las chicas que se promocionan en los pequeños folletos que se encuentran en las cabinas telefónicas. Se lo ve curioso o más bien cauteloso por lo que retrasa la salida de una de sus chicas por miedo al flash.
Esta imagen del banco, el hombre y sus bolsas (su vida anterior) demuestra como los nuevos actores sociales perciben a la ciudad, como manejan sus tiempos y la manera en que sobreviven.
En un día en la vida de este hombre, la hora del almuerzo y la cena caen siempre unas horas más tarde que en la del resto. Su trabajo es cuando los demás descansan o se descuidan y sus momentos libres, bueno... y sus ratos libres, seguro en algún instante los tienen. Todas las ciudades tienen algo en común, aglomeran a miles de individuos y los ponen a andar a un mismo ritmo demasiado acelerado.
Pero esta foto detiene el tiempo y recorta el espacio, y todo aquello que aparece en la superficie de la ciudad queda relegado al segundo plano.
El plano general logrado por el fotógrafo hace posible que las sombras adquieran el rol que les corresponde. Los contrastes en la foto sólo aparecen cuando la luz se posa sobre una porción del espacio y una parte de los objetos queda expuesta, la exclusión es precisamente la parte externa del contorno donde queda delimitada la sociedad. Y tal vez, la sombra es al objeto como la indiferencia lo es al hombre. De manera que el hombre con sus bolsas deberá entender que "nunca podrá alcanzar la luz" o peor aún, que "su lugar es la sombra, sombra a la que lo ha sometido su propia sociedad". Un lugar sin luz es más que un sitio oscuro, es antes que nada un no-lugar (Bauman, Zygmunt). Las figuras en un no-lugar, no tienen lugar, son invisibles. El banco, el hombre y sus bolsas son la imagen de lo invisible.

1 comentario:

Carolina Belén Carrizo dijo...

muy interesante lo que escribiste...
me gustó cuando hablaste del no- lugar y como mostraste la indiferencia que generalmente tenemos para con el proximo más necesitado.

besos!